El cerebro humano
El
Dr. Juan Hitzig es autor del libro "Cincuenta y tantos" Cuerpo y mente
en forma aunque el tiempo siga pasando. En la página de Gerontología de
la Universidad Maimónides se lee:
No
hay duda de que el ser humano vive cada vez más. ¿Cómo hacer para que
esta longevidad no sea una acumulación de dolencias y enfermedades, sino
una etapa vital, plena de experiencias y desarrollo personal?
Las
ideas centrales de este libro se basan en investigaciones que
demuestran que alrededor de los cincuenta años se encuentra el Punto de
Inflexión Biológica que define en qué forma envejeceremos. Profesor
de la Universidad Maimónides y reconocido gerontólogo dedicado a
estudiar las causas de la longevidad saludable sostiene con humor que:
"El cerebro es un ‘músculo' fácil de engañar; si sonríes cree que estás contenta y te hace sentir mejor".
Explica
que el pensamiento es un evento energético que transcurre en una
realidad intangible pero que rápidamente se transforma en emoción (del
griego emotion, movimiento), un movimiento de neuroquímica y
hormonas que cuando es negativo hace colapsar a nuestro organismo
físico en forma de malestar, enfermedades e incluso de muerte. Con los
años, el Dr. Hitzig ha desarrollado un alfabeto emocional que conviene
memorizar.
Proyectos aplicados en otros paises
Algunas de estas ideas, se podrìan enseñar en escuelas primarias o secundarias, para inculcarle a los màs chicos que no todo es descartable. Tambièn en organizaciones sociales, donde este tipo de tareas, pueden convertirse en un proyecto sustentable, creativo y principalmente saludable para todos. Pero lo màs importante es el uso individual: se puede aprovechar y compartir un rato divertido junto a nuestros hijos intentando crear regalos muy originales.
Mente... STOP!!!!!!!
Meditar tiene en nuestra cultura variados significados. Etimológicamente proviene del latín meditaríque significa "reflexionar", "pensar en algo", "estudiar". Por eso, por lo general, cuando hablamos de meditar sobre algo, estamos señalando que reflexionamos sobre una idea, sobre una lectura, etc. Pero en Oriente, el concepto es distinto. La meditación allí se refiere a algunas prácticas formales cuyo objetivo es observar la mente llevándola paulatinamente a la concentración en un solo punto ya sea en un objeto o en los propios contenidos (los pensamientos) de la mente. Por lo general, confundimos la mente con sus contenidos. Nuestra mente no es lo que pensamos. Los contenidos de la conciencia, los recuerdos, los deseos, los valores, las explicaciones sobre la vida v el cosmos pueden ser observados por el mismo "órgano", la tríente, que los origina continuamente. Muchas personas creen que no se puede dominar el pensamiento. Les parece inevitable que los pensamientos vengan y se hagan "cargo" de la mente. En cambio, lo primero que debemos comprender es que todos esos contenidos de la conciencia que expresamos en los pensamientos no son otra cosa que nuestras propias creaciones y, como tales puedo observarlas de la misma manera que puedo observar las palabras que acabo de escribir. Y también, cuando aparezcan desde ese lugar desconocido que llamamos "inconsciente", pueden ser observados las imágenes y los símbolos universales que proceden de nuestra propia cultura y la memoria ancestral que guarda las experiencias de toda la especie humana. Meditar, para las tradiciones orientales, no es pensar en algo sino que por el contrario, es dejarnos estar en perfecta calma para poder observarnos a nosotros mismos. Es la experiencia de observar nuestro cuerpo y nuestra mente sin juzgarlos. Por eso, meditar no es algo que se aprende sino que es dejar surgir libremente lo que somos sin interferir en ello. Dejar que las cosas sean como son. Meditar es dejarse ser.
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